En días recientes, en los Estados Unidos, la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), afirmaron que es posible combinar las vacunas contra la Covid 19 para aplicar dosis de refuerzo, y autorizaron que sean utilizadas de esta manera.

Las razones para la combinación son, primero que nada, prácticas: aplicar la que se tenga a la mano, como una opción. Pero también los primeros estudios que se han realizado al respecto plantean buenos resultados: la mezcla de vacunas puede crear una respuesta más amplia y potente que la de varias dosis de una sola. Por otro lado, los estudios no encontraron efectos adversos en las personas que recibieron dosis de distintas vacunas.

Las opciones se basan en las tres disponibles para este país: la Pfizer-BioNTech, la Moderna y la Johnson and Johnson, pero las autoridades no hicieron ninguna recomendación sobre cuál aplicar. Las investigaciones son recientes, y no se ha monitoreado a bastantes personas durante un tiempo significativo como para hacer comparaciones confiables entre los grupos de seguimiento.

La recomendación, sin embargo, no es que todos los estadounidenses se apliquen una tercera dosis de refuerzo; las autoridades sólo sugieren que lo hagan quienes así lo deseen, y pueden buscar la asesoría de un médico para saber cuál es la más conveniente para ellos.