Esta arquitecta e ingeniera de 34 años, originaria de Barbados, está llamando la atención a nivel mundial por su manera de enfrentar los retos que las nuevas condiciones climáticas están planteando para la vida en las ciudades. Sus propuestas no solo se centran en adaptar la arquitectura de los edificios a los eventos climáticos extremos, sino también en cómo será la vida después de estos, con el objetivo de mejorar las condiciones de sus habitantes.
Alyssa-Amor trabaja en Future Barbados, una organización creada en la isla para transformarla, donde está a cargo de innovaciones urbanas. Sobre su trabajo, comenta: “Defiendo el diseño de proyectos que dejen la menor huella posible en el paisaje, que encajen en el ecosistema y que la arquitectura sea algo que pertenezca al lugar, no que trate de imponerse”.
Gibbons desarrolla su labor en Bridgetown, la capital del país, una ciudad que recorre buscando entender su relación con el clima. En una isla que sufre constantemente los embates climáticos, su trabajo consiste en mapear la ubicación de los edificios en relación con el nivel del mar, identificar áreas afectadas por inundaciones recurrentes, acumulación de calor, entre otros factores. Con este detallado mapeo, ha desarrollado un modelo digital de Bridgetown que le permite explorar diferentes escenarios y, a partir de ello, proponer soluciones arquitectónicas adaptadas.
Además de su labor en Barbados, ha trabajado en proyectos en el Reino Unido y Dominica, otra isla del Caribe. Su filosofía de trabajo, que surge de su experiencia personal, es clara: en lugar de resistirse a las fuerzas naturales, Gibbons aboga por “dejar que la naturaleza haga lo que hace y canalizar sus efectos, en lugar de luchar contra ella”.
Su enfoque también se centra en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Busca soluciones simples a problemas complejos, como plantar más árboles en una zona o cambiar la orientación de las ventanas de un edificio para controlar el calor. Esta postura, que es más realista, también se adapta mejor a cada lugar, es más económica y sigue una lógica contundente.
En 2023, la revista estadounidense Time la incluyó en su lista de líderes de las próximas generaciones. Hasta ahora ha demostrado su capacidad, y aún tiene una larga carrera por delante para contribuir a la nueva realidad de un mundo en constante cambio.