Desde 2014, los desechos electrónicos han aumentado de manera global en más de 9 millones de toneladas. En 2019 se produjeron 53 millones de toneladas, y se estima que para 2030 superemos los 75 millones de toneladas.
La basura electrónica ha tenido un gran impacto en el medio ambiente debido a lo difícil que resulta su reciclaje. Teléfonos celulares, tabletas, televisores, lámparas LED, congeladores, paneles fotovoltaicos, máquinas expendedoras y otros dispositivos electrónicos son sólo algunos de los ejemplos de aparatos que son constantemente desechados.